Veintiocho de agosto a las 4:15 de la madrugada hora española. Ese día y en ese momento Oscar Pistorius, el atleta sudafricano con dos piernas amputadas, se batirá al fin contra corredores sin discapacidad en el mundial de atletismo que arranca este sábado en Daego, Corea del Sur. Será el colofón a cuatro años de estudios y contraestudios, de dictámenes, pleitos, recursos y mucho entrenamiento para que este corredor de 24 años participe en una competición absoluta internacional.
Llega el momento de la verdad para Pistorius y también se abre un horizonte imprevisible en el mundo del atletismo. Si Pistorius logra subir al podio en este Mundial, ¿cómo reaccionarán los otros corredores? Y, detrás de él, ¿llegarán más atletas del deporte paralímpico a la competición absoluta? Porque Pistorius cuenta con un dictamen favorable del Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS en sus siglas en inglés) por el que se le permite participar en estos campeonatos, pero la polémica acerca del efecto de sus prótesis sobre la carrera, si le otorgan ventaja o no, continúa.
El sudafricano no es el primer deportista discapacitado que compite en categorías absolutas. La corredora ciega Marla Ruynan representó a Estados Unidos en los juegos olímpicos de Sydney 2000 en la prueba de 1.500 metros, en la que quedó en octavo puesto, y la nadadora sudafricana Natalie du Toit compitió en Pekín 2008 en la categoría de 10 km en aguas abiertas pese a su pierna amputada. Entonces se vio su participación como un paso adelante en la integración de los discapacitados. En cambio, a Pistorius, también conocido como Blade Runner, le acompaña el debate. El dilema está en sus prótesis: sus detractores las tachan de tecnodoping, sus defensores de meros instrumentos para sostenerse en pie y correr en condiciones lo más naturales posible.
Gabriel Brizuela ha sido atleta, entrenador de atletas –del equipo que representó a España en Sydney 2000 por ejemplo–, entrenador de atletas discapacitados y profesor de Biomecánica Deportiva de la Universidad de Valencia. Ha estudiado la carrera de Pistorius y analizado las diferentes evaluaciones que se le han realizado al corredor sudafricano. Su veredicto: “No se puede saber a ciencia cierta si las prótesis le benefician o no”. Sin embargo, subraya que si existen ventajas en el uso de las prótesis “son mínimas”. Muy distinto apuntaba la Federación Internacional del Atletismo (IAAF en las siglas en inglés) en el 2008, cuando prohibió su participación en las competiciones absolutas al entender que sus piernas de fibra de carbono le beneficiaban en la carrera. La IAAF encargó un estudio a la Universidad Del Deporte de Alemania que dirigió el profesor de biomecánica Peter Brueggmann. Este comparó la carrera de Pistorius con deportistas sin discapacidad con marcas similares y concluyó que las prótesis reducían en un 25% el gasto de energía de Pistorius, tenían un efecto muelle y le daban una ventaja mecánica de más de un 30%. “Es evidente que un atleta que usa estas prótesis es capaz de correr a la misma velocidad que los otros atletas con un consumo de energía menor”, dijo entonces la IAAC, que además señalaba que en el último tramo de la carrera Pistorius lograba mantener la velocidad cuando ningún corredor, ni siquiera Michael Johnson, lo ha conseguido. Pistorius recurrió al TAS, que en mayo del 2008 revocaba el fallo de la IAAF. No consideró probada la ventaja de las prótesis.
El corredor tenía vía libre para competir contra todos, como ya lo había hecho en su país. Sólo le quedaba superar la marca mínima de participación en unos mundiales o Juegos Olímpicos (45s95). El mes pasado, después de un duro entrenamiento, lo logró y Sudáfrica lo seleccionó para los 400 metros en los mundiales de Corea y para lo relevos 4x400. Abundan estudios tanto a favor como en contra de Pistorius. Brizuela señala que una persona con dos prótesis nunca correrá igual que una con dos piernas: “Al medirlos de forma biomecánica se obtendrán resultados diferentes, pero si se analiza la carrera de Pistorius globalmente se observa que tiene más handicaps que beneficios”. Sus estudios, así como los de otros expertos, muestran que su zancada es más corta que la del resto de corredores, su frecuencia de paso mayor –250 pasos por minuto a los 50 metros frente a 240 de los corredores con piernas–, las prótesis le hacen ser más lento en la salida, le devuelven menos energía que un tobillo –ver gráfico–, aunque es cierto que le ayudan a mantener la velocidad al final de la carrera. “En definitiva, las prótesis le ayudan a sacar el mismo rendimiento que el resto de atletas, y hay que tener en cuenta que en las curvas se le pueden torcer, lo que añade dificultad, y complican los entrenamientos con pesas”, continúa. El seleccionador del equipo paralímpico de atletismo, Juan Carlos Hernández, señala que de ser tan ventajosas las prótesis de Pistorius, “habría más atletas con amputaciones que alcanzarían sus registros, y no es así”.
El ranking de 400 metros de corredores paralímpicos lo encabeza Pistorius con una marca de 47s28; el segundo lugar lo ocupa el neozelandés David Behre con 51s40. Pistorius sigue defendiendo su talento y esfuerzo. Ayer mismo, después de entrenarse en Sudáfrica dijo sentirse “cansado” de que le llamen “tramposo”. “Nunca estaría en este deporte si tuviera la menor duda en la mente de que tengo una ventaja”, dijo en una entrevista a Reuters.
Pocos cuestionan el mérito del corredor, aunque discrepen sobre si debe participar con deportistas con piernas. El entrenador Juan Carlos Álvarez, que da validez al estudio de Brueggmann y que esta semana preparaba a un grupo de atletas que irán al Mundial de Corea el sábado, dice que se mezclan conceptos en el caso Pistorius. “Una cosa es su esfuerzo, su mérito, que nadie discute; otra que tenga que competir en la categoría absoluta. Correr con dos prótesis es distinto que con dos piernas independientemente de tus resultados, son categorías diferentes”, señala Álvarez.
Este entrenador se pregunta qué ocurrirá si las prótesis siguen mejorando y superan al cuerpo humano. ¿Pasarán a copar las competiciones absolutas corredores amputados que las utilicen? En todo caso, el dictamen del TAS sólo es válido para el caso de Pistorius y el tipo de prótesis que utiliza en la actualidad.
El corredor también se ha convertido en adalid de la integración y del espíritu de superación. Tanto Brizuela como Hernández defienden que, en los casos en que las condiciones de los atletas sean muy similares –como ocurre con las prótesis para amputaciones– se permita al atleta discapacitado competir en las pruebas absolutas. Sin embargo, el seleccionador paralímpico de atletismo no ve viable una mezcla total de deportistas. “Debe haber una competición paralímpica y otra absoluta, porque las condiciones de los atletas pueden ser muy diferentes”.
Las consecuencias de la participación de Pistorius en estos mundiales son aún impredecibles. La hora de la verdad: a partir del domingo. ¿Qué ocurrirá si logra un podio?
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada